dissabte, 4 de setembre del 2010

La muchacha de los ojos verdes y grises (XII)

Desde aquel mismo día dejé de ser sólo Mar para convertirme en la señorita Mar. Y, con el tiempo y la ayuda de todos, me convertí en una buena empresaria aunque nunca dejé de recordar mi humilde procedencia ni nunca dejé de ser amiga de los que siempre fueron mis amigos ya que era con todos ellos que yo seguía pasando mis mejores momentos.

Al final acabé perdonando a mi padre. Y así se lo dije un día en que fui a poner flores a su tumba.

Y los que me conocían bien desde hacía años, como Eva, Juan y Carmen, no volvieron a ver mis ojos de color gris nunca más ya que mi vida y mi conciencia estuvieron siempre en paz y harmonía con todos y con todo.

A menudo pensaba en mamá y en lo orgullosa que se sentiría si pudiese verme teniendo la vida que ella siempre deseó que tuviese.

FIN





Escrito por Francesca Membrives Martínez





ACLARACIÓN DE LA AUTORA

Ésta es la historia de una persona casi perfecta, puede que demasiado perfecta para ser real (como hoy me ha dicho una muchacha con un criterio en el que confío plenamente).

Es por eso que creo que he de hacer una aclaración respeto a la protagonista de esta novela: Es un personaje totalmente ficticio. Y, según mi opinión, es cómo querríamos ser casi todos los seres humanos (incluyéndome a mi misma y a todas aquellas personas que, por el simple hecho de ser humanas, somos tan imperfectas).

Aunque puede que eso sea seguramente un deseo únicamente personal.
...

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada